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De camino a mi casa hay un grafiti que dice “¿No tienes miedo de estar sola a estas horas de la noche?”: Más texto que en el grafiti y más luz que en la foto

La violencia contra la mujer en México es un tema envuelto en angustia, inseguridad e incertidumbre; la obra de Kiara Vanreusel tiene el fin de hacer que el espectador sienta estas emociones por la problemática; y yo las sentí, pero por la composición de la obra

Santiago Tejeda


La obra de Kiara consta de dos fotografías impresas con acabado mate. En la primera, de 28 por 22 centímetros, aparece una pared en un entorno nocturno, parcialmente iluminada por una luz roja, que deja ver las letras negras de un grafiti. Esto, combinado con lo que parece ser un par de árboles en la esquina superior izquierda, da a entender que se tomó en una vía con no muy buena seguridad.

En la segunda, de 22 por 21 centímetros, se aprecian las escaleras y entrada a una estación de tren ligero, también en un entorno de noche, con el nombre Mexicaltzingo.

Presumiblemente, las fotografías comparten ubicación, o cuando menos los lugares quedan cerca entre ellos, pero no hay nada que lo confirme, ni en la pieza ni en la ficha técnica.



Por otra parte, tenemos la ficha técnica, con los datos de la obra en la parte superior, y un abundante texto ocupando el resto, como un 80% del espacio. Gracias a esto último, la ficha alcanza un tamaño casi tan grande como el de la fotografía más pequeña. Perfectamente pudo haber pasado como una pieza más de la obra, y parte de su texto apunta a que, quizás, era la mejor idea.

En algunas fichas técnicas, el texto tiene como función facilitar la comprensión de la obra para el espectador, ya sea contando el contexto o explicando el papel de los elementos. Mientras que otros se inclinan hacia lo poético, aportando una dimensión narrativa para enriquecer la pieza. Cualquiera de estas dos inclinaciones está bien; el problema es que la obra de Kiara utiliza ambas.



La primera mitad del texto parece sacada de una novela dramática, con varios de los elementos característicos del género mencionado. Frases que le dan atributos imposibles a objetos o conceptos: “El aire se volvió más pesado, como si el silencio también mirara”. Fragmentos escritos en primera persona como si la artista fuera la protagonista de la historia: “Como un grito que no podía salir de mi garganta”. Y metáforas para darle intensidad de más a una situación: “Tomar las fotos fue como estar atrapada entre dos realidades”.

Habría sido mejor incluir esta mitad del texto en la obra, como una imagen separada para acompañar las fotografías. Uno tiene que leer varios renglones del relato que fue tomar las fotografías antes de llegar a aquellos que explican lo que tiene de sentir con la obra. Pero lo único que sientes es que ya te lo explicaron todo.

En la segunda parte del texto Kiara explica qué símbolo, para ella, el color rojo en las fotografías, utilizando nuevamente una serie de adjetivos, a cada cual más lóbrego, y otro par de metáforas del género narrativo. Y al final, expresa que quiere que el espectador sienta lo que ella sintió en su relación de la primera mitad: “La ansiedad en el estómago, la mirada atenta, la certeza de que algo no está bien”.

Desafortunadamente, las fotografías no me hicieron sentir nada de lo anterior. Quizás por ser muy insensible, o quizás por pasar la mayor parte del tiempo luchando contra el brillo en mi cara, mientras buscaba la frase del grafiti.

El acabado mate y la manera en la que se colocaron las fotografías crearon una combinación que saboteó la pieza. La luz roja, tan importante como Kiara dice en la ficha, perdió contra la blanca en el techo de la sala. Tuve que luchar contra la luz para apreciar todo de las fotografías; y para hacerles foto, no me quedó de otra más que esperar a que se apagara la luz del lugar.



Por si fuera poco, aun sin la luz solo pude encontrar rastros de la frase que debería ser protagonista de la obra.

El título presume una oración que actúa como centro de la obra: la razón por la que Kiara fue a tomar las fotos, el elemento clave de todo el mensaje. Por lo que escapa mi comprensión el solo ver pistas de esto, nada más que un par de letras y un signo de interrogación.

Si se va a plasmar la frase en el título, y será la protagonista del texto en la ficha, debe aparecer en alguna de las fotografías de manera comprensible y legible. De lo contrario, estamos tratando con un equivalente a la publicidad engañosa, como comprar una película de Hulk pirata y descubrir que es de Shrek con villancicos.

De camino a mi casa hay un grafiti que dice “¿No tienes miedo de estar sola a estas horas de la noche?”. ¿Por qué esa decisión de poner la frase en el título y no tomarle una foto en la que se aprecia correctamente? Y si ése no era el objetivo de Kiara, ¿por qué poner la frase en el título, y darle tanta importancia en el texto de la ficha?

La violencia a la mujer en México es un tema tan relevante como importante y, aunque la intención de Kiara de problematizarla es evidente en su texto, la obra no se defiende por su cuenta. Mucho texto de drama, poco texto explicativo, indecisión entre éstos y una técnica de impresión que exige esfuerzo para apreciar lo que no está.

Cuando menos, se cumplió la intención de Kiara al final del texto. Hubo algo en el estómago cuando no entendí las fotografías sin el texto, tuve que mantener la mirada atenta ante la ansiedad para lidiar con el reflejo de la luz, y tuve la certeza de que algo no estaba bien.

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